lunes, 13 de mayo de 2013

CASTAÑEDA Y SU COLEGIATA DE SANTA CRUZ

¿POR QUÉ VISITAR CASTAÑEDA?

Son varios los motivos, pero sobre todo porque esconde uno de los más ricos tesoros que forman parte del  patrimonio de Cantabria.

En Castañeda se encuentra uno de los tres edificios más espectaculares del románico de Cantabria, con Santillana y San Martín de Elines.(La cuarta colegiata es la de Cervatos)



¿ DONDE ESTÁ CASTAÑEDA?

Este municipio está situado en la comarca del PAS-MIERA, en la cuenca del río PAS, precisamente el principal afluente del Pas, el Pisueña, discurre por Castañeda.

Castañeda está estratégicamente situada, entre varios puntos de interés turístico como pueden ser, el Parque de Cabárceno o  Puente Viesgo, con los yacimientos prehistóricos más importantes de Europa (cueva del Castillo, Las monedas, Las chimeneas y La pasiega).

Muy cerca del cruce de Vargas, que une las carreteras de Santander a Burgos, y de Oviedo a la frontera con Francia.

A unos 10 km de Torrelavega y 27 km  de Santander.

ENTORNO DE LA COLEGIATA



A la orilla del río que discurre a los pies de la colegiata, crece un curioso bosque de cañas.



                                           

Junto a la Colegiata se encuentra este panel informativo, que será de gran ayuda, pues la oficina de turismo en invierno está cerrada.



Actualmente anexo a la Colegiata, se encuentra el Centro de Interpretación del Románico, que también hace las veces de Punto de Información turística. De momento sólo funciona en verano.




COLEGIATA  DE  SANTA  CRUZ

En las últimas décadas del siglo XI existía en el lugar una comunidad de monjes. En 1103 aparece la firma de Juan, abad de Castañeda, en un documento de la Real Abadía de Santillana.

El monasterio sería fundado por monjes que trajeron alguna reliquia del Lignum Crucis, de ahí su advocación a la Santa Cruz y en 1120 el monasterio es entregado a Cluny, por lo que sería el único de esta regla en Cantabria.

El auge del monasterio se produjo durante el siglo XII y, a finales de este siglo, se convierte en Colegiata y cambia la Regla de San Benito (Cluny) por la de Canónigos de San Agustín. Es entonces cuando se construye el actual edificio.

Las referencias  de este monasterio hay que buscarlas en el documento de 1103 en Santillana y en el cartulario de Santa María del Puerto de Santoña, a finales del siglo XI, donde queda constancia del culto a Santiago en esta zona, debido al paso de un Camino Costero de peregrinación hacia Oviedo y Santiago de Compostela.

La situación del monasterio en una zona de paso de peregrinos durante los siglos X al XII, lo convirtió en un lugar próspero, que recibió la influencia del románico internacional, como así lo muestran los elementos arquitectónicos y escultóricos.

En el siglo XVI, un incendio destruyó los archivos de la Colegiata, por lo que los datos existentes hay que buscarlos en documentos de otros monasterios.


                                                   Fachada  Occidental

Es un edificio construido en piedra de sillería de grandes y uniformes sillares. Su planta originaria es la cruz latina, con una nave y cabecera con tres ábsides, uno mayor y dos laterales de planta semicircular.

A los pies, fachada occidental, se encuentra la portada principal con arco de medio punto y arquivoltas abocinadas con un guardapolvos


La portada es muy sobria pues sus arquivoltas no llevan ornamentación alguna. Las arquivoltas se apoyan sobre cuatro pares de columnas acodilladas, los capiteles de estas muestran animales afrontados



En la escultura de los capiteles de la portada vemos perfectamente reflejado la ley del esquema geométrico del románico internacional, las figuras escultóricas guardan simetría aunque para ello adopten posturas imposibles.




Destaca  la torre, prismática, que se levanta esbelta a mediodía, con ventanas geminadas en el piso superior y con canecillos en el alero, única en el románico de Cantabria.


                                                         Torre de cuatro cuerpos


Detalle de los vanos geminados de la torre, con decoración escultórica en el capitel de la columnilla y en los canecillos del alero.



Desde la perspectiva de la cabecera, resaltan dos cuerpos. Uno, la torre ya mencionada y otro el cimborrio de planta de octógono irregular, semejante a la de Frómista que se levanta sobre el crucero.

                                                              Ábside mayor

En el ábside mayor cubierto con bóveda "de horno", destaca la rica variedad escultórica de los canecillos que sostienen los aleros. Aparece un amplio repertorio de animales, de monstruos o de personajes representando costumbres de la época, como un personaje ( podría ser un juglar) tocando una fídula.

                                       

                                                             músico tocando la  fídula

Vista del ábside menor, con ajedrezado jaqués y rica decoración en los canecillos del alero.


La colegiata ha sufrido algunas modificaciones como la sustitución del ábside menor de la izquierda (visto desde el este o desde la cabecera )  por una capilla levantada en 1706.



                                         Plaza de la Colegiata y Centro de Interpretación

Si el exterior de Castañeda  es un deleite para la vista, incomparable es su interior, por lo que aconsejo una visita a este rincón de Cantabria, cruce de caminos cercano a otras iglesias románicas de gran interés.                                             


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