jueves, 29 de mayo de 2014

EL RABEL BIEN DE INTERÉS CULTURAL INMATERIAL


A finales de este año 2014, Cantabria tendrá por primera vez una distinción de la UNESCO para nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.

Los bolos, las marzas y la música y el tañido del rabel recibirán la distinción de Bienes de Interés Cultural Inmaterial.

El uso del rabel está vinculado desde la Edad Media a los pastores que llevaban sus rebaños desde Extremadura hasta la Cordillera Cantábrica. Probablemente fueron los árabes quienes introdujeron el rabel en España.

La presencia del rabel en los frisos y canecillos de las Colegiatas románicas nos confirma la importancia de este instrumento en la vida cotidiana del norte de España y en especial en Cantabria.

El rabel y su música han sido una forma de expresión del pueblo de Cantabria y de su cultura, vinculado al ámbito rural. Tanto el instrumento como los bailes, coplas y romances a los que acompaña su música se han transmitido de generación en generación.




Colegiata de Castañeda (Cantabria)    


                                        Portada de Santa María de Piasca ( Cantabria)


El rabel es un instrumento musical de cuerdas frotadas, de factura rústica, formado por un clavijero, un mango o mástil y un cuerpo o caja de resonancia de madera, que suele ir recubierto con piel de cabrito, tabla de madera o una chapa de hoja de lata. El cordal es de cuero y está sujeto a la caja con puntas. El arco, con el que se frotan las cuerdas para obtener el sonido, es una vara de avellano recta o curva y larga.

En Cantabria se pueden distinguir dos zonas en las que se conserva el rabel, con características propias y diferenciadas : Campoo-Valderredible y Polaciones.

En el Valle de Campoo, destaca el clavijero en forma de barca, rectangular o circular; con clavijas laterales o frontales, una o dos cuerdas de crines, tripa o metálicas, el cuerpo es de una sola pieza o de tres en forma de ocho. Están realizados con madera de sauce, fresno, pino, nogal, aliso o chopo.

Otra característica que diferencia al rabel de Campoo del de otros lugares de Cantabria es que para tocarlo se apoya contra el pecho y se le mantiene en posición horizontal.




Los rabeles del Valle de Polaciones suelen ser de una sola pieza, realizados en madera de cerezo, saúco, castaño, encina y con la tapa superior ( tabla armónica ) de piel de cabrito. Tiene dos cuerdas hechas con cerdas de cola de caballo.

La manera de tocar el rabel en Polaciones es con la caja entre las piernas, sujeta por la presión de las rodillas y con el clavijero apoyado en el pecho, quedando casi en posición vertical.

                                                            Pedro Madrid

Pedro Madrid, fue un virtuoso del rabel, nacido en Polaciones en 1923. Ganadero de profesión, al jubilarse, se convirtió en profesor de rabel en la Escuela de Folklore de Torrelavega, donde consiguió recuperar la tradición casi perdida de tocar este instrumento musical.

                                                           Esteban Bolado

Esteban Bolado, es una de las grandes figuras del rabel, actualmente. El tañido de Esteban es especial. Tan especial que consiguió que el sonido del rabel, como instrumento solista, sonase por primera vez en la Catedral de Santander. Tan feliz acontecimiento fue debido al gusto por la música en general de José Vilaplana, Obispo de Santander y en especial por el placer que sentía escuchando la música del rabel de Esteban. Y sonó nuevamente para despedirle de Cantabria en su marcha al Obispado de Huelva el año 2006. 

El rabel acompañaba los acontecimientos festivos más importantes de la aldea, como una boda o las reuniones en las casas vecinales alrededor de "la gloría" en los duros inviernos, así como las Fiestas de Navidad.

Las coplas que se cantan acompañadas de rabel están llenas de picardía, unas veces ingenua, otras maliciosa y otras un poco más obscenas.

En el " Cancionero Secreto de Cantabria" de Fernando Gomarín, se recogen las coplas de los pastores o vaqueros que viven en los Valles de Soba, Polaciones Campoo o Valderredible.

Dado el carácter irreverente y procaz de las coplas, hasta hace poco, ningún investigador se atrevió a publicarlos.

Aquí dos pequeñas muestras recogidas en el" Cancionero Secreto de Cantabria"

En casa del cura entré                                                    Cada vez que te veo
y no vi más que una cama                                              la saya rota  
si en la cama duerme el cura                                         el palillo del medio
Dónde coño duerme el ama.                                          se me alborota.


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