jueves, 21 de abril de 2016

LERMA la Villa del Duque


Lerma se encuentra en la provincia de Burgos, en la comunidad de Castilla y León.
Actualmente es una de las Villas españolas más visitada por turistas que se acercan a ver su patrimonio declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965 así como a disfrutar de su gastronomía.

El máximo esplendor de la Villa se remonta al siglo XVII cuando su impulsor, el Duque de Lerma, ordenó construir su Palacio Ducal, la Colegiata de San Pedro y varios conventos.

                                       Palacio Ducal de Lerma, actual parador


A veces, para entender la esencia de un pueblo conviene conocer sus orígenes, por este motivo resulta interesante destacar algunos datos sobre el personaje histórico :

EL DUQUE DE LERMA

Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, primer duque de Lerma desde 1599. Nació en Tordesillas en, el seno de una familia noble pero sin recursos económicos. Creció y se educó en la Corte junto a los hijos de Felipe II, de ahí que al subir al trono, Felipe III le nombró ministro y valído, ademas de concederle el titulo de Duque de Lerma.

Aprovechando que al rey los asuntos de Estado no le interesaban, el Duque de Lerma fue adquiriendo poder, colocando a toda su familia en todos los cargos del reino.

Convenció a Felipe III para trasladar la Corte a Valladolid, donde él previamente compró terrenos y propiedades para después vendérselos a la Corona. Como resultado de la especulación urbanística se convirtió en el hombre más rico del país.

Al situarse la Corte en Valladolid, la Villa de Lerma se convirtió en el lugar donde el Duque puso de manifiesto su poderío económico, construyendo un palacio ducal, una colegiata, varias iglesias y monasterios. El propio rey acudía como invitado a las fastuosas fiestas de Lerma.

Era tanta la influencia del duque sobre el rey que seis años después convence al monarca para trasladar la corte de nuevo a Madrid, donde el duque repitió la operación de compra de terrenos y palacios a bajo precio para revenderlos a la Corona y su Corte.

La avaricia del Duque le lleva a comprar cargos y favores públicos, además de las "mordidas" a las arcas reales y junto con los "pelotazos" urbanísticos le convierten en el todopoderoso valído del rey.

Un paseo por Lerma , la Villa Ducal, herreriana y monacal

Es aconsejable entrar andando hacia el casco antiguo a través de la única puerta que se conserva de la muralla medieval, conocida como "Arco de la Cárcel".

                                                           Arco de la Cárcel



El arco de la puerta medieval, edificados en piedra, está flanqueado por dos torreones cilíndricos, defensivos con saetas. En la parte superior se ve un añadido en ladrillo, es una ampliación que mandó hacer el Duque de Lerma en 1610 con el objetivo de convertirlo en cárcel, de ahí su nombre y actualmente es la sede de la "Denominación de Origen Arlanza", vinos de la zona.



En el paseo, se pueden contemplar elementos típicos de la arquitectura popular, como las casas medievales con sus soportales o señoriales casas de piedra. El Centro Histórico fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965. Además, Lerma es conocida por ser el principal conjunto arquitectónico herreriano en España.

Subiendo por la calle José Zorrilla hacia la colegial de San Pedro, nos encontramos un edificio señorial con la huella de los templarios en su puerta.

                                               Simbología templaría sobre la puerta

Iglesia Colegial de San Pedro

En la Plaza de Santa Clara, se encuentra la que fuera (a petición del Duque) Colegiata de San Pedro desde 1606 gracias a una bula del Papa Paulo V.


La actual iglesia de San Pedro, es el resultado de la ampliación llevada a cabo en la Colegiata en 1613 y finalizada en 1617, año en que se consagró. El templo debía reflejar el poderío económico del Duque y fue su propio tío, Cristóbal de Rojas Sandoval (en ese momento arzobispo de Sevilla) quien se encargo del proyecto para la ampliación  del templo y de buscar al mejor arquitecto del momento.

La obra sigue las trazas del arquitecto carmelita Fray Alberto de la Madre de Dios, natural de Santander (Alberto Puebla y Cos)  considerado el mejor arquitecto del S. XVII. La ejecución fue llevada a cabo por los maestros canteros Trasmeranos (Cantabria) Rodrigo de la Cantera (natural de Omoño), Juan González de Sisniega (de San Mames de Aras) y Domingo de Argos (de Arnuero)

Para dar idea de la importancia del evento, las crónicas refieren que los festejos de consagración del templo duraron 13 días y contaron con la presencia de Felipe III.


En la fachada típica herreriana, destaca la portada decorada con los escudos de los Sandoval y Rojas, así como la hornacina con frontón semicircular que alberga la imagen de San Pedro. La actual puerta de acceso al interior del templo es la original de 1616 de madera de pino y clavos de bronce.


Del interior, destaca el retablo mayor, de estilo barroco iniciado en 1690, con diseño de Manuel Martinez Estrada y ensamblado por el maestro arquitecto Diego Alonso de Suano (Arnuero, Cantabria) las esculturas de Juan de Avila.

En la Plaza de Santa Clara se concentran varios monumentos : el Mirador de los Arcos, el Convento de Santa Clara, el Convento de Santa Teresa y la tumba del Cura Merino.

El Mirador de los Arcos, también llamado "Pasadizo del Duque" porque unía el Palacio del Duque con la Iglesia Colegial de San Pedro, a través de un tramo de galerías cubiertas de modo que el Duque, el rey y su corte se desplazaban sin salir a la vía pública y sin mojarse.

                                                                Mirador de los Arcos

                                                 

Desde el mirador se contempla una bonita vista de la vega bañada por el río Arlanza.


                                                      Tumba del " Cura Merino "

Jerónimo Merino, conocido por su nombre de guerra como "Cura Merino", fue uno de los personajes más famosos de la guerrilla española contra la ocupación francesa durante la Guerra de la Independencia entre 1808 y 1814.

El Convento de Santa Clara fue el primer convento que se construyo en Lerma, fundado por Mariana Padilla, nuera del Duque, entre 1604 y 1610.

                                            Escudos de los Padilla, Sandoval y Rojas

                                                Entrada al Convento de Santa Clara      

Estas monjas contemplativas tienen el Convento abierto al público para vender sus ricos dulces caseros.que  se siguen haciendo, pero las Clarisas han desaparecido para constituirse una nueva fundación.

Junto a la puerta de venta hay un pequeño azulejo con la inscripción "Iesu Communio" es el nombre del nuevo Instituto Religioso, fundado por una señora llamada "Sor Verónica" que ha conseguido reunir a más de 200 jóvenes, de familias pudientes y casi todas universitarias por lo que a veces se refieren a ellas como las monjas "Pijas".


                                                         Convento de Santa Teresa

 El Convento de Santa Teresa, mandado construir por el Duque para albergar un convento de frailes carmelitas, fue inaugurado en octubre de 1917 acudiendo a los actos el rey Felipe III  y toda su corte.
En la fachada se encuentra la figura de la Santa titular en su hornacina y los escudos carmelitas y el del Duque de Lerma.


Con la desamortización, los frailes abandonaron el Convento. En la actualidad, el claustro del Convento acoge la Oficina de Turismo de Lerma y dependencias del ayuntamiento.

En la Plaza Mayor se encuentra El Palacio Ducal, hoy Parador de Turismo y la Iglesia de San Blas

 
                                            Palacio Ducal actual Parador de Turismo                                                        
Este palacio se comenzó a construir en 1601, según trazas de Francisco de Mora, siguiendo el estilo herrriano que F. de Mora había asimilado trabajando en el Escorial a las ordenes de otro famoso arquitecto originario de Cantabria, Juan de Herrera.

Con este Palacio, el Duque dejó claro su poder tanto económico como político ya que aunque los palacios de la época no podían tener más de dos torres, salvo el Real, sin embargo el Duque consiguió el permiso del Rey para construir cuatro torres con sus chapiteles.

Iglesia de San Blas y Convento de Dominicas


Junto al Palacio Ducal, se sitúa el Convento de San Blas y originariamente estos dos edificios se comunicaban por un pasadizo que actualmente ya no existe.

El Convento fue ordenado construir por el Duque de Lerma para acoger a una comunidad de monjas Dominicas que llegaban de Guadalajara con las reliquias de San Blas. Este convento sigue hoy en día acogiendo a H.H. Dominicas dedicadas al arte de pintar cerámica.

La construcción del Convento de San Blas se debe al mismo arquitecto de la Colegial de San Pedro, Fray Alberto de la Madre de Dios y fueron realizados en los mismos años entre 1613 y 1617 de estilo barroco clasicista, pues Fray Alberto es reconocido como el iniciador de las nuevas formas barrocas en Castilla

                                           Fachada barroca clasicista de San Blas 

                                               Espadaña de San Blas con sus cigüeñas

Convento de Santo Domingo

                               Convento de Santo Domingo, que actualmente es un instituto

Ordenado construir por el primer Duque de Lerma, el convento de Santo Domingo sirvió para albergar a monjes dominicos. Obra del arquitecto Fray Alberto de la Madre de Dios, entre 1613 y 1617. Destaca su fachada con la hornacina para acoger al Santo Predicador y los escudos de los Duques de Lerma, así como su espadaña.

Tras la desamortización y un incendio en el Siglo XX, se ha convertido en un instituto de Enseñanza Secundaria y Bachiller


                                                     Espadaña de Santo Domigo

En Lerma hay que degustar sus ricas carnes de cordero

Monasterio de La Madre de Dios

Volviendo al Arco de la Cárcel, para salir a la carretera Madrid - Burgos, nos encontramos de frente con el Convento de La Madre de Dios, también llamado del Carmen pues acoge a MM Carmelitas descalzas de clausura. es una obra también de Fray Alberto de la Madre de Dios.



Tan sólo queda recomendar una visita a Lerma y no perderse disfrutar de un rico cordero en cualquier restaurante de la Villa.

                                                                                                                                                                                                                                                   


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